jueves, 29 de junio de 2017

Autoencadenarse

Le miré con la esperanza de que olvidara su pregunta, de que quizás estuviera tanteando el terreno. Cómo podía explicarle a un desconocido que jamás, bajo ninguna circunstancia, podríamos estar juntos. 


"No eres tú, soy yo", qué cliché tan extendido. 
"No pierdas el tiempo conmigo", qué dramático, qué fácil interpretarlo como una autoflagelación. 
"No soy quien crees que soy", demasiado existencial, buscando crear interés.
"No duraríamos", jugando con la probabilidad.
"No lo podrías entender", ¡explícamelo!
"No saldrá bien", y aun no lo has intentado.


Mis labios seguían sellados mientras buscaba las palabras adecuadas para contestar. Sentía que cualquier cosa que mencionase, su orden, alteraría el mensaje. Suspiré alto, bajé la mirada, arrugué la nariz buscando una forma de ser sincera y de no destruir una ilusión.

"Estoy demasiado rota".


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