miércoles, 13 de agosto de 2014

La sabiduría del lobo.

Las hojas revestían el techo de la senda que recorría. Descalza y con el corazón destruyéndole las costillas, saltó el primer obstáculo que se interpuso en su camino. A pocos segundos de sus pies, su lobo la seguía con fidelidad inquebrantable. Cuando el trote de sus patas sonaba cerca y parecía a punto de rozarle las piernas, comprendía que estaba perdiendo ritmo y volvía a acelerar. Corría por inercia, porque era básicamente lo que el cuerpo le pedía: desgastar sus músculos, mezclarse con la tierra, perderse entre árboles y flores y espinas y piedras y cielos inalcanzables. Seguía sus instintos como un animal enjaulado.

 Cuando llevaba horas explotando su resistencia, el lobo frenó en seco y aulló. Se obligó a parar y a girar la cabeza por primera vez en mucho tiempo, para mirar a sus espaldas. Su lobo la alcanzó con lentitud, a pasos pequeños. Después se sentó a sus pies, con la lengua fuera, y la golpeó la mano como pidiendo disculpas por parar su carrera infernal. No podía seguirla más tiempo, comprendió.


La joven se arrodilló con pena. ¿En qué estaba pensando? ¿A dónde se dirigía? Sentía la sangre palpitante en las mejillas y pinchazos en todo el cuerpo y, aún así, había decidido seguir corriendo. Miró a su alrededor, desubicada. 


-¿De qué estábamos huyendo? ¿Ah?- musitó entre bocanadas de aire. Juntó su frente con la cabeza del lobo y le rascó las orejas-. Perdóname.


El lobo se tumbó sobre la hojarasca con un gemido suave, totalmente derrotado. Él no tenía las respuestas que buscaba. Ella se dejó caer a su lado y hundió los dedos en su grisáceo pelaje. Después bajó la cabeza hasta apoyarse en su lomo y abrazó a su amigo con cariño. Se permitió cerrar los ojos unos instantes y trató de hacer memoria. ¿Dónde estaban? ¿Por qué corrían sin descanso?


 Minutos más tarde, oteaba la senda de la que habían venido. Sus huellas habían dejado profundas muescas en la tierra húmeda y se perdían en el horizonte. Habría sido fácil dar marcha atrás y regresar al principio de todo. Encontrarse. Permaneció varios minutos en silencio, tanteando esa idea, mientras que en aquel fragmento de paisaje sólo se escuchaba el vaivén de las hojas y el suave desliz de su mano sobre el lomo del lobo. Éste yacía tumbado en el camino, entregado a sus caricias. Inspiró una vez, profundamente, y de pronto levantó las orejas y las dirigió a sus espaldas.


-Yo también lo he escuchado- comentó su dueña dándole unos suaves golpes en la cabeza.


Ambos se levantaron poco a poco. Ella quedó de pie, mirando hacia el lugar donde se perdían los pasos dados. Él, observaba el mismo punto en la lejanía, sentado a su lado. La joven posó una mano sobre su cabeza, notando la ansiedad crecer en su interior. Algo se aproximaba por el sendero, directo hacia ellos. ¿Significaba que tenían que volver a correr de nuevo? Dio un paso atrás, y entonces notó cómo su compañero bostezaba como si aquella historia no fuera con él en absoluto. Ella lo observó con curiosidad. Primero a él, y luego a la oscuridad del camino recorrido. El lobo la miró con ojos inteligentes y volvió a rozar su hocico contra su pierna. Se perdió en sus pupilas animales y se empapó de la tranquilidad de quien no tiene nada que perder, sino alguien a quien seguir por encima de todas las cosas.


De pronto toda aquella situación le pareció totalmente ridícula. Una risa absurda la golpeó el pecho y se abrió paso hasta cortar el silencio. Aun riendo, y con un gesto leve de cabeza para invitar a su amigo a seguirla, comenzó a adentrarse en las tinieblas de sus miedos. Había llegado la hora de enfrentarse a un par de pesadillas.

4 comentarios:

  1. Hola, Alba. :)

    De antemano, te sigo por Blog, Youtube (AngelofChaosMad) y Twitter (TigeronFire), y no sé si te acuerdas que hace dos años te envié unos mensajes privados por Facebook animándote (seguramente no haya sido el único XD), un tal Diego. En fin, para no alargarme, es un placer continuar beber de tus escritos y tu música. Tienes ese punto que inspira y anima a este loco poeta. :)

    Sobre este relato, me ha tocado el Alma, pues me he sentido identificado. Además, es precioso, y el contacto con la Naturaleza y, de un modo más íntimo, con el lobo, es inefable.

    Un saludo y no abandones tu sendero en el mundo del Arte. :)

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    1. Te lo he dicho por Twitter, pero muchísimas gracias por escribirme. No se cuál fue tu mensaje a Facebook pero igualmente, gracias :)

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  2. Interesante.... He leído los demás escritos y me han gusto, pero este en particular me ha gustado mas e incluso me pone a reflexionar algunas cosas, así que solo diré que espero poder leer mas escritos de usted y desearle mucho éxito en todo lo que haga y todos sus proyectos

    Saludos

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